A la primera persona que me ayude a caminar
pienso entregarle mi tiempo,
pienso entregarte hasta el mar,
yo no digo que sea fácil, pero, niña,
ahora mismo no tengo ni siquiera dónde estar.
A la primera persona que no me quiera juzgar
pienso entregarle caricias que yo tenía guardadas,
yo no pido que las cosas me salgan siempre bien,
pero es que ya estoy harto de perderte.
A la primera persona que me lleve a la verdad
pienso entregarle mi tiempo, no quiero esperar más;
yo no te entiendo cuando me hablas, ¡qué mala suerte!
y tu dices que la vida tiene cosas así de fuertes.
Historias de la vida real
martes, 28 de mayo de 2013
miércoles, 22 de mayo de 2013
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